La Efímera Pero No Por Ello Menos Estupentástica Historia De Un Husam

Los Husam son Hassassin, o han sido entrenados por instructores Hassassin. Siempre están preparados, siempre están cubiertos, siempre son letales. Todos... Menos uno.

المهوس era un metódico estudiante, le fascinaban la informática, la biomedicina y otros campos de la ciencia en los que sobresalía por igual. Pero a pesar de cosechar un éxito tras otro, su vida se hallaba totalmente vacía en un aspecto que mermaba su moral a cada día que pasaba, esa desazón venía motivada por las mujeres; o más bien, por la ausencia de ellas. De esta forma, pese a su desinterés generalizado por el cuerpo militar, su más bien precario valor para afrontar nuevos retos, el miedo inherente que le atenazaba al pensar en la mera posibilidad de entrar en batalla, y su intolerancia a la lactosa amén de otra larga lista de intolerancias y alergias... La promesa de obtener todo un harén le llevó a ser reclutado por la sociedad secreta Hassassin para conformar un operativo especial en el conflicto en Paradiso.

Tras un entrenamiento realmente intensivo en el que nuestro protagonista incluso ganó algo de masa muscular, le llegó la hora de entrar en acción. Los Hassassin se encargarían de teñir el suelo de Norstralia de sangre Shasvasti y Morat para que المهوس, ahora parte del operativo Hussam, pudiera acceder al objetivo real de la operación: algún tipo de nave siniestrada que contenía información a sustraer en su consola central.

El Husam logró alcanzar la consola central en un conflicto que estuvo marcado por el desacierto del Ejército Combinado, que caía allí donde trataba de mostarse incisivo ante las correosas tropas haqqislamitas; mas el éxito de los Hassassins y del propio Husam pronto iba a ser difuminado... Cuando se hallaba manipulando la consola central, un traicionero Shasvasti, expertos todos ellos en el arte de la infiltración, apareció de la nada. El ciberataque del Maligno comenzó a infligir daño físico al Husam, que trató de defenderse y voltear la situación. Era un enfrentamiento sin la épica del cuerpo a cuerpo, pero árduo por la inmensa concentración requerida, en la mente de ambos contendientes danzaban cantidades ingentes de dígitos que trataban de conformabar un código que derribara las defensas y firewalls del contrincante antes de que lo consiguiera su oponente. Cuando Husam casi lo hubo conseguido, una serie de pensamientos inoportunos comenzó a disipar su concentración: "No quiero morir virgen...", "aunque por otra parte, eso del Harén tiene su aquel"... Husam empezó a luchar fastuosamente por partida doble, contra el Maligno por una parte, y contra los seductores pechos que se dibujaban en su mente por otra. De esta forma innoble para un Hassassin y, como no podía ser de otra manera... Husam perdió el enfrentamiento.

El Maligno esbozó una sonrisa, ya era suyo... Seleccionó la petaca de su enemigo y presionó un complejo código en el teclado alfanumérico Shasvasti que venía a decir "Control+Alt+Suprimir", la consola central y la habitación de la nave quedaron salpicadas por el contenido intracraneal de un Husam que, sin embargo, también había esbozado una sonrisa en el último acto consciente que fue capaz de llevar a cabo.

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Esto, señores, es un relato jocoso de la última partida entre Albreck y un servidor en campaña de Infinity (mision 103), en la que tras tener el pobre Albreck muy mala suerte y yo bastante acierto con los dados, el karma quiso dejar las cosas en su sitio y perdí al puñetero Husam tras invertir 10 puntacos en él y desplegarlo por primera vez en una partida....   (fallé las dos tiradas, cubevac y medevac; teniendo médicos, remotos con bagaje y demás )



Saludicos!